(Fuente: Clarin.com)
Las cenizas estaban en el panteón salesiano de la Chacarita, bajo la custodia de un sacerdote llamado¿ Ramón Díaz, pura casualidad del destino. El hombre iba al cementerio a encargarse de los cuidados, hasta que un día le anunciaron los cambios. Cien años después de haber fundado San Lorenzo, los restos del padre Lorenzo Massa serán trasladados al Nuevo Gasómetro, revelaron a Clarín fuentes del club.
Lo que sigue es la historia de esa decisión, cuya trama vincula a personajes muy diferentes entre sí, como el actor Viggo Mortensen y el cardenal Jorge Bergoglio, primado de la Argentina.
Todo comenzó en 2003, cuando la dirigencia del club avaló por unanimidad la creación de una comisión para "restablecer vínculos entre San Lorenzo y la Congregación Salesiana", un retorno simbólico a los orígenes cuervos de la institución. Cuervos era el mote burlón que hace un siglo recibieron los pibes de Boedo, cuando aceptaron concurrir a las misas del padre Lorenzo para poder jugar al fútbol en los terrenos del oratorio ubicado en México y 33 Orientales.
"Se hace imprescindible volver a las fuentes", se asentó en un acta que circuló por la correspondencia interna del club. "En consonancia con los tiempos que corren, los cambios habidos en la sociedad y en las costumbres de las nuevas generaciones, debe adoptarse una política de interacción entre el Club y la Orden para que ambos puedan nutrirse mutuamente", se agregó después, junto a la expectativa de un beneficio a dos puntas: conseguir más socios y más fieles.
La comisión quedó coordinada por José Eduardo Russo, un camarista de Morón que integra el Tribunal de Honor de San Lorenzo, el órgano que intervino, por ejemplo, en la expulsión del ex presidente Fernando Miele.
Russo movió cielo y tierra para que el convenio avanzara. Les recordó a los dirigentes que Massa "ideó la camiseta del club, inspirándose en la investidura de la imagen de María Auxiliadora, en tronizada en la Basílica de Turín", una versión distinta a la que muestra la película El Cura Lorenzo, donde Angel Magaña elige esas casacas porque no había otras. También difiere de los primeros registros que se tienen de la ropa que usaron Los Forzosos de Almagro, de color borravino en el pecho y blanco en puños y cuello.
San Lorenzo tuvo asesores espirituales hasta 1987, año en que fueron echados "en momentos de suma gravedad institucional". Desde entonces, no hubo más cuervos de sotana de manera fija en el club, aunque se colocó una Virgen cerca del vestuario y un mural en memoria de Lorenzo Massa en el ingreso al palco oficial.
-Está bien, supongamos que autorizan el traslado de los restos al estadio, ¿y después?, ¿adonde lo ponemos?- se preguntaron.
Surgió la idea de construir una capilla en la ciudad deportiva, con salida a la Avenida Cruz.
-¿Y a quién le pedimos la plata?
Alguien nombró a Viggo Mortensen, mundialmente famoso por su papel de héroe en El Señor de los Anillos y por su fanatismo azulgrana, que lo lleva a aparecerse en la ceremonia del Oscar emponchado en una bandera comprada en el Bajo Flores. Un minuto suyo en las pantallas norteamericanas, pensaron, recauda lo suficiente para techar todo un estadio. Mucho menos le han pedido: 150 mil pesos, suficientes para hacer la capilla. En estos días va a contestar.
Puede que algún lector de Clarín en Hollywood se haya trabado en estos párrafos, por la confusa enumeración de barrios: primero Almagro, después Boedo, ahora, el Bajo Flores. Es que esa fue la ruta geográfica seguida por San Lorenzo en su primer siglo de vida y, también ahora, el camino de Lorenzo Massa.
Están los planos listos, el acuerdo de todas las líneas políticas del club para levantar un monumento al fundador y un plazo para concretar la obra, mayo. La urna con los restos del padre Lorenzo ya fue sacada de la Chacarita y depositada de manera provisoria a la Inspectoría Salesiana, que queda en Don Bosco al 4000.
Una idea que manejan dirigentes es acompañar el traslado definitivo con una multitudinaria procesión. Y varios desean ver al cardenal Bergoglio, reconocido hincha del San Lorenzo, al frente de la misa del Centenario.
Otro de los proyectos, que aguarda consejos del ex ministro de Educación Daniel Filmus, habla de permitirle a los chicos de la pensión y de las divisiones inferiores del club terminar el ciclo primario y el secundario en el Colegio San Antonio, lo que devolvería otra imagen de la época de la fundación: menos hacha, más tiza y pizarrón.
