“Mi vida fue el poder judicial, ingresé cuando tenía 17 años y ocupé todos los cargos: fui secretario, juez de primera instancia y hace 23 años que soy juez de la Cámara de Apelación de Morón”, comenzó describiéndose ante el staff de La Cuervería en una charla que duró media hora de programa. Luego explicó los motivos de su renuncia al Tribunal de Honor, reflexionó sobre la actualidad y anunció su participación en la agrupación política encabezada por Marcelo Moretti, Boedo en Acción.
¿Cuál es la función específica del Tribunal de Honor dentro de San Lorenzo?
En realidad es un Tribunal de Disciplina. Sería el órgano judicial dentro de una asociación civil. La Comisión Directiva es el órgano ejecutivo, la Asamblea es el órgano deliberativo y la función judicial está a cargo del Tribunal de Disciplina. Los actos de este Tribunal no son como una sentencia judicial que uno la dicta y se ejecuta, sino que se realiza una investigación que culmina con un dictamen, es decir con un consejo hacia la Comisión Directiva. Pero si esta no adopta el consejo no se puede ejecutar. Por eso hay que cambiar los estatutos.
¿Hasta qué día ocupó su cargo dentro del Tribunal de Honor de San Lorenzo de Almagro?
Hasta hace unos días, mi renuncia tiene fecha del 2 de junio pasado.
¿Cómo llegó al Tribunal?
Soy socio vitalicio desde muy joven. Llegué a la institución de la mano de la Congregación Salesiana, soy ex alumno salesiano, ex alumno de San Francisco de Sales y del colegio Don Bosco de Solís. A los 9 años gané un torneo de catecismo y el entonces asesor espiritual de San Lorenzo me obsequió una platea de niños para ir a ver un partido. Esto fue en el año 1959. Después de esto me hago socio del club. Luego conozco a Alberto Guil y él me pide que arme el Tribunal de Honor con gente de prestigio, de trayectoria. También se me encargó una tarea muy importante: coordinar una comisión para recomponer los vínculos del club con la Institución Salesiana. Finalmente en 2003 firmamos este convenio de revinculación entre las dos instituciones. A su vez trabajamos en aspectos que tienen que ver con las raíces del club. A lo largo de siete años y medio trabajamos en el Tribunal de Honor con algunas causas delicadas que tuvieron que ver con la gestión de presidentes anteriores, y en 2004 y 2007 con irregularidades relativas al acto comicial.
¿Por qué dio un paso al costado?
Consideré que el ciclo estaba cumplido. Siempre tuve una excelente relación con mis colegas. Pero dadas las limitaciones de funcionamiento que mencioné anteriormente, pienso que puedo ser mucho más útil en este momento que vive la institución desde otro lugar.
¿Desde dónde?
Participar activamente en la faz política de cara a las elecciones del año que viene. Es algo que he pensado mucho. A lo largo de estos siete años tuve infinidad de propuestas de distintas agrupaciones que desestimé por distintos motivos. En esta ocasión creo que es el momento. Pasó el Centenario y yo siempre dije que el Centenario era una bisagra, que nos podía elevar o sepultar. Esperemos que no nos sepulte, esperemos que San Lorenzo encuentre el lugar que tuvo y que nunca debió perder.
¿Hubo hechos puntuales que hayan pasado por las manos del Tribunal de Honor y que también hayan contribuido para que usted tomara esta decisión?
No, no tiene que ver con hechos puntuales. Esta determinación la fui madurando a lo largo del tiempo. Era incursionar en la actividad política o irme a mi casa. Cuando uno ve que está muy limitado en su quehacer y que no puede aportar por ello nada a la institución realmente debe tomar una decisión.
¿Tuvo la oportunidad de hablar con Rafael Savino antes de renunciar?
Quiero ser sincero en un aspecto, en los siete años y medio que estuve en el club solamente pude compartir una cena con el presidente Rafael Savino. Antes de irme quise tener una charla con él, lo llamé, pero nunca respondió.
¿Con qué agrupación política está trabajando?
Estoy en una agrupación nueva que se llama Boedo en Acción. Lo conozco mucho al Dr. Marcelo Moretti, pero fundamentalmente conozco a su padre desde hace muchos años. Me parece que las propuestas que tiene esta agrupación son verdaderamente serias y que vale la pena apostar.
¿Cómo se compone Boedo en Acción?
Lo importante es que en general esta agrupación está constituida por gente que en lo personal nunca había participado en la política. Este es un aspecto importante. En toda mi vida societaria jamás participé en la vida política del San Lorenzo. El Tribunal de Honor es apolítico, es designado por la Asamblea.
¿Cómo ve la actualidad de San Lorenzo en todo sentido?
Estoy muy triste. Lo veo muy mal. No solamente desde el aspecto deportivo, creo que una de las cosas que nos había dicho el presidente Savino era que él había ganado el campeonato económico y lamentablemente lo perdió de una manera increíble. Estamos muy mal desde el punto de vista social, institucional, deportivo y económico.
¿Qué lugar le gustaría ocupar a usted para trabajar el día de mañana dentro de San Lorenzo?
Todavía no hemos pensado en los cargos. Espero estar en una ubicación donde pueda realizar cosas, en un lugar de jerarquía. Pero ahora lo importante es analizar proyectos que no sólo tengan que ver con el tema del fútbol, hay que ver también los Deportes Federados, ver cómo podemos fortalecer ese regreso a Boedo. Personalmente hay un aspecto que me tiene muy preocupado y es el tema educativo. Vengo siguiendo los proyectos educativos que tienen Vélez y River, por ejemplo. Creo que San Lorenzo que nació como una institución religiosa pero también educativa no puede dejar de lado esto y merece tener un instituto. Nosotros hemos consultado y trabajado en esto y, si tenemos la suerte de asumir, tenemos la idea de concretar inmediatamente este proyecto.
Teniendo en cuenta los años gloriosos que tiene la historia de San Lorenzo y la negra actualidad en la que estamos inmersos, ¿cree usted realmente que con esta desunión que existe en el club se puede tener un futuro mejor?
Creo que sí, soy una persona optimista. No podemos olvidar la historia y mirando hacia atrás, recordando lo que fue San Lorenzo, tenemos que pensar cómo vamos a construir el futuro. Debemos cambiar y tenemos todo para hacerlo. Tenemos las ideas, las posibilidades, una institución y una historia que nos respalda. Se puede torcer la historia, estoy seguro.
Fuente: La Cuervería – Lunes a viernes 18hs. por AM 840